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UNACHI, origen, presente y futuro agosto 16, 2008

Posted by BPP in Chiriquí, Educación Superior.
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Ojalá el profesor Héctor Requena,  nuevo rector de la Universidad Autónoma de Chiriquí  se convierta en un estadista universitario que transforme la maltrecha UNACHI que ha sido víctima de  una cantidad innumerable de profesores mediocres, politiqueros y clientelistas, que por su inherente incapacidad no transformaron a la UNACHI en una universidad de excelencia para el occidente del país y lo que hicieron fue copiar todas las mañas políticas y mediocridades de su universidad madre: La Universidad de Panamá.

Requena y sus seguidores están a tiempo de transformar en verdadera excelencia a una universidad que merece crecer y transformarse en el principal motor académico, intelectual, cultural, social, y de investigación para el occidente del país  y que sea orgullo de los chiricanos.

Fuera la mediocridad, los compadrazgos, el tráfico de influencias y otras lacras que tanto daño le han hecho a la UNACHI y a la Universidad de Panamá. En nuestras universidades, sin espíritu de elitismo insano, sino de humanismo y de compromiso generacional, deben estar desde los mejores barrenderos hasta los más notables intelectuales y académicos de la región, incluyendo invitados internacionales.

La UNACHI debe rechazar el uso de esta institución para ser un sitio para –camaronear –de profesionales que hacen labores tiempo completo en otras instituciones.  Para ello debe asumir un compromiso de permitirle carrera real de academia a sus profesores, sino cosechará mucha mediocridad, poca productividad intelectual que fortalezca el desarrollo de la región.

Los estándares de la UNACHI deben mejorar significativamente y ese debe ser el reto del profesor Requena.

Loor al Dr. Carlos Iván Zúñiga ex-rector de la Universidad de Panamá, prócer  creador de la  UNACHI que nunca se dejó contaminar por la mediocridad que campea en la Universidad de Panamá y su rectoría en esta casa de estudios se hizo sentir de manera positiva no sólo dentro de la institución, sino fuera de sus cercas alambradas.

Ojalá todos los rectores tuvieran la visión del Dr. Zúniga que sigue dando luces intelectuales  al país desde la sala de su hogar.  Él sigue siendo un rector de rectores.

Charco Azul

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educación superior.

Origen y destino de la Unachi

Carlos Iván Zúñiga Guardia
opinion@prensa.com

Hoy deseo ocuparme de un tema relativo a Chiriquí que se refiere al desarrollo de la cultura superior y en particular al nacimiento de la extensión universitaria y al posterior logro de la actual Universidad Autónoma.

En la década del 50 del siglo XX la Universidad de Panamá estableció en la ciudad de David un Centro Universitario con limitada gestión docente. Ese centro lo dirigió, entre otros, el notable historiador Manuel Octavio Sisnet, biógrafo insuperado de Belisario Porras.

La mayoría de sus primeros profesores procedía los fines de semana de la Casa Central y se atendía principalmente a una población del magisterio y a estudiantes de primeros años. Se buscaba esencialmente la actualización de los conocimientos y el inicio de algunas carreras. Allí mi esposa y yo, en 1958, iniciamos nuestro periplo docente universitario. Si mal no recuerdo el fundador de esa extensión fue el rector Narciso Garay, fundación a todas luces previsora y fundamental para la apartada provincia.

Ya para 1967 la Extensión se convirtió en Centro Regional y su crecimiento fue extraordinario. Su crecimiento exigía mayor descentralización porque todo el aparato administrativo, financiero, etc., dependía de las decisiones del gobierno universitario radicado en la capital.

Siendo diputado de la provincia de Chiriquí para esa época (1967), presenté un proyecto de Ley mediante el cual se creaba la Universidad Autónoma de Chiriquí. El proyecto no fue acogido por la autoridades universitarias existentes y no prosperó, pero quedó la semilla, la inquietud para que germinara en mejores momentos.

Ese momento llegó en mayo de 1991. Siendo candidato a la Rectoría de la Universidad de Panamá, en reunión proselitista celebrada con profesores, estudiantes y administrativo del entonces Centro Regional, ofrecí darle el carácter de Universidad Autónoma al existente Centro Regional. Logrado el triunfo inicié oportunamente los actos para darle concreción a la promesa electoral. Para ello obtuve la colaboración efectiva del Director del Centro, profesor Smith Camargo y de otros distinguidos catedráticos, estudiantes y administrativos.

Se designó una comisión redactora del anteproyecto de ley y luego de muchas vicisitudes, malos entendidos, rechazos y apoyos, se acordó un documento que fue presentado a la Asamblea Nacional. En el transcurso del mes de agosto de 1994 y ya a punto de terminar mi período de Rector y el del presidente Guillermo Endara, el presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea, Elías Castillo, me hizo la observación de que el proyecto era muy largo en su articulado y que resultaría imposible su aprobación en los pocos días que faltaban para clausurar la legislatura. Me sugirió reemplazarlo por un proyecto corto.

Igual recomendación le hizo al profesor Camargo, quien nunca dejó de atender los trámites en la Asamblea Nacional. Dada la urgencia y el temor a un segundo naufragio de la iniciativa, encomendé a los profesores Camargo, Miguel González Marco, Bernardo Fernández y Dimas Lidio Pittí la elaboración de ese proyecto marco que podía salvar la creación de la Universidad Autónoma. Los profesores cumplieron su misión oportunamente y con eficiencia y el proyecto remitía a los órganos del gobierno de la nueva universidad reglamentar y desarrollar, con la debida autonomía, lo que la Asamblea Nacional no había contemplado por las razones expuestas.

La Ley fue aprobada en los últimos días de sesiones y fue sancionada por el presidente Guillermo Endara pocas horas antes de dejar el Gobierno. Mis adversarios en el Centro Regional y luego los futuros beneficiarios administrativos me señalaron como un arbitrario al desarrollar las recomendaciones del presidente de la comisión de legislación.

El próximo 30 de agosto se cumple un aniversario más de la Ley 26 de 1994 creadora de la Universidad Autónoma de Chiriquí. Esta universidad hoy cuenta con 10 mil estudiantes universitarios y con un personal docente y administrativo integrado por centenares de funcionarios.

Así mismo hoy tiene un nuevo rector, el profesor Héctor Requena. Tendrá que resolver muchas dificultades y deberá enfrentarlas con el único espíritu con el que se maneja una universidad, con el espíritu académico. Él tiene formación académica y tiene experiencia. Viene de dirigir el Centro Regional del Barú que fundé para dar a esa región de trabajadores, tan cara a mis afectos, un instrumento de la cultura superior.

En su campaña electoral, el profesor Requena recibió un trato despectivo de quienes no quieren ver a un hombre de extracción popular en altos niveles académicos. Es hijo de un dirigente sindical, ya fallecido, y líder máximo en una época del sindicato bananero. Ese hecho tan significativo y valioso lo presentaba como una credencial negativa. Era sencillamente una reacción que constituye un insulto a la inteligencia y al conocimiento. Fraguada su alma en los campos bananeros y sus pensamientos en los centros de cultura superior, el profesor Requena cuenta ahora con raíces y alas que lo harán mas consciente de su condición de maestro.

Allí está para su dirección la Universidad Autónoma de Chiriquí, más conocida últimamente por sus controversias politiqueras que por sus mensajes académicos. Y como le dije al felicitarlo: “Esos cargos pueden convertir a sus protagonistas según su desempeño, en sepulturas o pedestales”. Serán pedestales si siguen los lineamientos académicos que originaron su creación. Y también será pedestal si convierte a la Universidad Autónoma en un girasol caminante que se guía por lo ideales hacia su propia luz y con raíces en las necesidades de Chiriquí y del país.

El autor es abogado y Ex-Rector de la Universidad de Panamá

Corte sanea a la UNACHI de sus «dueños» enero 28, 2008

Posted by BPP in Educación Superior.
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Unachi.

Corte pone freno a la reeleción

Rafael Pérez G.
rperes@prensa.com

El pleno de la Corte Suprema de Justicia puso freno a las aspiraciones reeleccionistas de las autoridades en la Universidad Autónoma de Chiriquí, entre los que se incluyen su actual rector Virgilio Olmos.

Tal decisión aparece en un fallo en el que la Corte declara constitucional el artículo 88 de la Ley No. 4 de 16 de enero de 2006 que reorganizó la Unachi.

En ese artículo se establece que en las primeras elecciones que se realicen para escoger nuevas autoridades no podrán participar para el mismo cargo como candidatos, aquellos que hayan ejercido esos puestos en el periodo anterior a los comicios.

La norma fue atacada de inconstitucional bajo el argumento de que le negaba la posibilidad al actual rector de participar en las elecciones.

Sin embargo, la Corte rechazó el criterio de violación al artículo 19 de la Constitución que prohíbe fueros o privilegios o discriminación por raza, nacimiento, discapacidad, clase social, sexo, religión o ideas políticas.

La Corte dijo que esa prohibición se refiere a privilegios de carácter personal y no a ciertos fueros de determinadas categorías de ciudadanos, funcionarios o trabajadores.